Los campamentos de verano, semilleros de educación ambiental para menores

Noticia extraída de EFE Verde

«Para nosotros, un campamento de este tipo es una especie de cantera de futuros conservacionistas», ha explicado Felipe González, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria y encargado de gestionar esta actividad anualmente en Liébana, en el Parque Nacional Picos de Europa.

Su principal objetivo es el de inculcar la educación ambiental a los más pequeños y en ese sentido se diseña la participación de manera que «a lo largo de toda la semana se puedan reforzar determinados mensajes que promovemos desde la organización, incluyendo el conocimiento de las aves o cómo podemos involucrarnos personalmente a la hora de resolver los problemas ambientales”.

Este tipo de educación se adquiere según González «mediante el contacto directo y el disfrute de la Naturaleza», a lo que conviene sumar una serie de tareas para «asentar» esta relación como por ejemplo llevar siempre encima bolsas de basura con las cuales recoger cualquier residuo que puedan encontrar durante sus rutas.

El papel de los campamentos, más allá de una experiencia lúdica o educativa, se convierte así en un punto de encuentro especialmente atractivo para los chavales interesados en la Naturaleza y el medioambiente.

Crear conciencia ambiental

La educación ambiental es especialmente importante durante las primeras etapas del ser humano «porque si creamos una conciencia ambiental en los primeros años, se conservará toda la vida», según Lucía González, responsable de Naturaliza, un programa para formar docentes que puedan transmitir un aprendizaje activo en las aulas de Educación Primaria.

Sólo durante el curso escolar 2020/2021, más de medio millar de docentes de toda España participaron en el programa Naturaliza para llevar el medioambiente a las aulas.

Desde el comienzo del proyecto, hace cuatro años, casi 1.400 profesores se han formado en esta iniciativa para trasladar después sus conocimientos a más de 19.200 alumnos.

González está convencida de que este tipo de educación «no se puede transmitir usando las mismas estructuras de la convencional» sino a través de otras técnicas como el aprendizaje cooperativo o los proyectos de los campamentos y, en ese sentido, “el tiempo que nos da el verano nos permite estar más en contacto con el mundo natural”.

La labor desde Naturaliza es, a su juicio, «absolutamente complementaria» con la de los campamentos, ya que tratan las mismas cuestiones desde distintos puntos de vista y eso puede ayudar a atraer una mayor atención.

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